Las declaraciones del presidente de Castilla-La Mancha, el socialista José María Barreda, pidiendo que Zapatero remodele el Gobierno y suprima ministerios, una vez finalizada la presidencia española de la UE, ha sido el asunto que más comentarios ha merecido en las tertulias. En la SER, Carles Francino interpretaba lo sucedido como que la persistencia de la crisis y la poca eficacia de las medidas del Gobierno han desatado el nerviosismo en las filas del PSOE y recalcaba que aunque “o mejor es una tormenta en un vaso de agua”, es la primera vez que se dicen estas cosas en público. Además, hizo notar que Barreda se juega las habichuelas el próximo año con unas elecciones a cara de perro. Amparo Tórtola también se refirió a los intereses electorales del barón castellano-manchego a la hora de valorar sus “demagógicas” declaraciones, que cree ha hecho “forzado por las encuestas adversas que tiene a un año de las elecciones”. Enrique Gil Calvo hizo otro análisis y achaca las palabras del presidente autonómico al pique que tiene con Sebastián por el almacén nuclear, y añadió que Barreda hereda de Bono sus enfrentamientos con ministros, y recuerda el que tuvo Serra, entonces ministro de Defensa por un campo de tiro. En Onda Cero, también destacaron el movimiento táctico que ha hecho el dirigente regional de cara a los comicios con esta crítica al Ejecutivo y su postura sobre el almacén nuclear. José Antonio Navas, en la COPE, fue en el mismo sentido, ya que cree que el temor de los barones regionales a que el desgaste político de Zapatero les afecte, podría haber obligado a Barreda a mover ficha.
«Podríamos construir algo para ellos en algún país. Podría ser Jordania, podría ser Egipto u otros países. Y se podrían construir cuatro, cinco o…
