La lucha por la financiación comienza a enfrentar a empresas y Estados

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La lucha por la financiación comienza a enfrentar a empresas y Estados

La lucha por captar financiación en el mercado ha comenzado a enfrentar a empresas y Estados. El temor a un estancamiento de la recuperación económica, junto con la mayor competencia de la deuda pública, ha encarecido los costes de las emisiones de bonos.

El apetito de los inversores por la renta fija abrió a las empresas una posibilidad que aprovecharon al máximo. El mercado de bonos se convirtió en la alternativa perfecta a la falta de créditos. Sin embargo, el nuevo contexto amenaza con frenar en seco esta ventana de liquidez. En el pasado mes, las ventas de bonos de empresas no financieras se situaron en 46.000 millones de dólares, un 7% menos que en diciembre, cuando captaron 49.500 millones de dólares. Una caída que asciende al 63,7% si se compara con enero del año pasado y que se explica en parte por el aumento de costes. De hecho, el diferencial de rentabilidad de los bonos corporativos con la deuda pública ha subido hasta los 165 puntos básicos desde los 160 puntos que marcó hace dos semanas, según el índice que elabora Bank of America Merrill Lynch.

Esta subida en la prima de riesgo obedece a las nuevas estrategias emprendidas por los especuladores financieros, que han comenzado a apostar a la baja por la deuda corporativa. Hace unos meses, los ‘hedge funds’ emplearon este mismo mecanismo con la deuda soberana, lo que provocó que los ‘credit default swaps’ (CDS) de algunos Estados fueran más caros que los de las empresas, o lo que es lo mismo, los inversores creían que el Estado español, por ejemplo, era menos solvente que los grandes bancos del país.

Anomalía. Esta anomalía del mercado, que se produjo tanto en Europa como en EEUU, ya ha llegado a su fin, pero mientras existió permitió a los ‘hedge funds’ comprar seguros contra el impago de la deuda privada más baratos, mientras que simultáneamente vendían más caros los ‘credit default swaps’ de la deuda soberana.

Estas ventas, que además han coincidido con las caídas de la renta variable, provocaron que las rentabilidades de los bonos de referencia comenzaran a bajar y, con ellas, las de los CDS correspondientes. La deuda española a diez años se situaba hoy en el 4,018% frente al 4,175% de hace una semana. Su diferencial con el bono de referencia de Alemania, que llegó a superar los 100 puntos básicos, ahora se sitúa en los 82,8 puntos. La misma tendencia siguen el resto de países de su entorno.

En el sector financiero, la emisión de títulos respaldados por activos, especialmente hipotecas, se ha convertido en la principal fuente de financiación. Así, los bancos europeos han comenzado una carrera de emisión de cédulas hipotecarias para poder hacer frente a los vencimientos de este año. Las cédulas son la opción preferida ya que el BCE ha puesto en marcha un programa de compra de estos títulos por un importe de 60.000 millones de euros, del que ya se ha cubierto aproximadamente la mitad. Tal ha sido la fiebre por estas emisiones que, según un informe de Barclays Capital, una de cada cuatro cajas en España ya ha alcanzado los límites para poder emitir estos títulos respaldados por préstamos hipotecarios.

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