Justo cuando el PP da a conocer las sanciones a Manuel Cobos y Ricardo Costa, Pedrojota Ramírez abre su portada con una información con la que pretende demostrar su tesis de que el ex número dos del PP valenciano fue utilizado por Génova como ‘chivo expiatorio’ del ‘caso Gürtel’, para salvar la cabeza de Camps, tan amigo o más de ‘El Bigotes’ que Costa.
Por ello, y para demostrar la injusticia del trato que, en su opinión, Rajoy ha dado al ex secretario general de los populares valencianos, El Mundo publica que “Antonio Clemente, sucesor de Costa al frente de la secretaría general del PP valenciano, adquirió un Jaguar en compañía de Álvaro Pérez, que le consiguió un descuento” y se pregunta “¿qué va a hacer ahora el PP con este caso? después de haber aprobado un código ético que promete castigar las conductas que dañen la imagen del partido?”. Por otra parte, y respecto a la sanción de la mano derecha de Gallardón, Pedrojota deja muy clarito que la solución pretende ser salomónica pero es “injusta” porque es más grave “insultar gravemente a la presidenta regional de su partido”, como hizo Cobos, que “decir una verdad molesta para la cúpula del PP” que es lo que considera hizo Costa cuando afirmó no había sido destituido de su cargo por la ejecutiva regional del partido.
A El País, aunque no editorializa al respecto, tampoco le parece acertado lo de tratar de emular al Rey Salomón, ya que cree que Rajoy ha equiparado la sanción de Cobo a la de Costa “para calmar a Aguirre” y lo ve como “un gesto de acercamiento más en una semana que ya tuvo un hecho muy relevante: el martes, Aguirre invitó a Rajoy como estrella de un acto del PP madrileño y ambos se lanzaron múltiples elogios”. Sobre la suspensión de Costa, dice que “la sensación generalizada” es que es un castigo contra Camps por tratar de engañar a su líder al decirle que había relevado a Costa como secretario general, algo que nunca sucedió.
