Los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea han ofrecido 7.200 millones de euros para ayudar a los países pobres a recortar sus emisiones de CO2 entre 2010 y 2012. El objetivo sería desbloquear las negociaciones de la cumbre de Copenhage, sumar a las naciones pobres y cerrar un acuerdo internacional de lucha contra el cambio climático, que sustituya al Protocolo de Kioto.
La contribución de la UE constituye un tercio de lo que la Comisión ha calculado que será necesario para financiar la lucha contra el cambio climático durante los tres primeros años tras la cumbre de Copehnague (en total, 21.000 millones de euros).
Por otro lado, los líderes europeos reiteraron su oferta de aumentar del 20% al 30% su objetivo de reducción de emisiones de aquí a 2020 en relación con los niveles de 1990 “siempre que otros países desarrollados se comprometan a reducciones de emisiones comparables y que los países en desarrollo contribuyan suficientemente con arreglo a sus responsabilidades y capacidades respetivas”.