La frenética política de adquisiciones de Enel, culminada con la compra de Endesa, ha disparado la deuda del grupo italiano hasta los 55.800 millones de euros, una cifra que representa el 26,1% del endeudamiento de todo el sector en Europa, según los cálculos elaborados a partir de los datos de Capgemini. Esta consultora cifra en 213.000 millones de euros la deuda que arrastran las eléctricas europeas, después del incremento del 113% que ha registrado desde 2006.
La situación financiera de Enel unida a la recesión económica internacional han puesto bajo presión a la compañía italiana y le ha obligado a adoptar medidas extraordinarias, sobre todo después de la caída del consumo mundial de electricidad y gas, que cayeron un 3,5% y un 3%, respectivamente De hecho, Enel decidió recortar en un 50% su dividendo a cuenta del ejercicio 2009, hasta los de 0,10 euros por acción, frente a los 0,20 euros del año pasado.
Este ‘tijeretazo’ viene unido a un amplio abanico de estrategias que persiguen el mismo objetivo, como la ampliación de capital de unos 8.000 millones de euros que se llevó a cabo a principios de año, y con la que justifica también el ‘castigo’ a sus accionistas. El grupo transalpino también ha llevado a cabo emisiones masivas de bonos, así como ventas de activos.
