La decisión de Ana Botella de reducir la recogida del cubo amarillo a tres días a la semana ya ha generado gran controversia en el sector a pesar de llevar menos de un mes en funcionamiento. Los basureros han advertido que esta medida y la probable supresión de la recogida de los desperdicios orgánicos en domingo y festivos responden a la intención del Ayuntamiento de “pagar menos” por este servicio, lo que “provocará despidos”.
Las intenciones de la alcaldesa de Madrid han quedado al descubierto. Al menos así lo aseguran los basureros consultados por EL BOLETÍN, que indican que el recorte en la recogida dictaminado por Botella es una forma de “modificar las condiciones de la concesión” de este servicio. Según estas fuentes, el consistorio debe renovar estos contratos a finales de año, y habría iniciado esta reducción para poder “pagar menos” por ello.
“Esa es la trampa”, indican los trabajadores de este servicio. El Ayuntamiento argumentará que “como se recoge menos, se pagará menos”, algo que realmente no es así porque se cobra “por peso, por tonelaje, y este acabará siendo el mismo”. Por tanto, la más que probable intención de Botella de pagar menos sólo generará “despidos”.
Las empresas, al trabajar menos días y probablemente por menos dinero, tendrán que reducir su plantilla, porque no van a tener a los trabajadores “mirando a las paredes”, han reconocido dichas fuentes.
Esta denuncia del sector se une a la ya recogida por este diario poco antes de que la reducción de la recogida del cubo amarillo entrase en vigor el pasado 1 de octubre. En aquel momento, los trabajadores aseguraron que el ahorro de un millón de euros al año prometido por Ana Botella no iba a ser tal, ya que “los camiones que recogen los envases son los mismos que los que recogen la basura orgánica”.
EL BOLETÍN ha tratado de ponerse en contacto con el Ayuntamiento para comentar la postura del sector respecto a esta decisión, aunque las fuentes municipales consultadas no estaban disponibles.