Monedas que aparecen junto a un banco ruso

Cuba

Monedas que aparecen junto a un banco ruso

Prestar suma atención a cada paso que damos, además de una lección de vida en terrenos filosóficos callejeros, puede representar un viaje al pasado.

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Imagen de monedas.

Prestar suma atención a cada paso que damos, además de una lección de vida en terrenos filosóficos callejeros, puede representar un viaje al pasado, tener en tus manos la prueba fehaciente de cómo fueron otros tiempos y tal vez los que vengan por delante.

Numismático a la fuerza, por accidente, en obra y gracia del azar sin mucho esfuerzo que digamos. Basta con observar lo que tienes a tus pies, semioculto debajo de una hoja seca o con ese poder de camuflaje que no sólo tienen ciertos animales en tierra o mar.

Y ahí vienen las sorpresas casi en 48 horas de salir a la calle, a un paseo por el vecindario para estirar músculos y hacer bajar el azúcar en sangre.

Lo primero, una moneda de dos centavos. Importante hallazgo cuando prácticamente han desaparecido del uso diario las fracciones de un peso cubano. Muy atrás en el tiempo poseían valor. Emitida en 1990.

Y como señor acompañante, un peso con el rostro de José Martí, con mínimo valor también, acuñado en 2016.

Más adelante, brillante aún por la calidad de fabricación, la famosa peseta de 20 centavos. De igual manera, con la presencia del Apóstol de la independencia. Data de 1962 cuando la revolución tenía apenas tres años de vida.

Quien suscribe, entonces con diez años de edad ¡Cuántos recuerdos de aquellos años que con ella era abonado el cine de barrio y se disfrutaba de una suculenta merienda! Cuba era bien diferente entonces. El capitalismo iba en declive y el socialismo de Fidel Castro con sus tintes soviéticos iniciaba una transformación total de la economía y la sociedad.

Como tapa al pomo en tan variados hallazgos, diez centavos gringos justo en la época de la visita de Barack Obama (2016) a Cuba. “One Dime”, con un rostro muy conocido en una de sus caras para la historia cubana: el presidente Roosevelt, el del “buen vecino”.

Fantasías a granel. ¿La habrá dejado caer Obama?

Las moneditas, sin apreciable valor numismático, poseen un incalculable valor de cara a una reflexión de por dónde y a dónde vamos. Que no lo dude nadie, que es como para pensar durante un buen rato mirando dónde pondremos los pies en el sentido práctico y figurado.

Vuela la imaginación. En cualquier momento, junto a una lata de cervezas chinavacía, de marca Tsingtao, diez kopeks sin hoz ni martillo. Otra historia, como diría el humorista Luis Silva. Es que ya tenemos el primer banco ruso en la isla, el Novikombank.

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