La antigua Leighton ha advertido de que no mejorará su oferta si no aparece algún competidor, pero el mercado sabe que la construcción española apunta al país. La última aventura internacional en la que se ha embarcado ACS podría resultarle más cara de lo presupuestado en un principio. A pesar de que su filial australiana Cimic Group, la antigua Leighton, había ofrecido una prima del 35% para hacerse con su participada Sedgman, sus acciones ya han igualado esta cota en la Bolsa de Sídney.
Cimic Group ha puesto sobre la mesa un total de 1,07 dólares australianos por cada una de las acciones de Sedgman que ayer martes cerraron sesión a 0,80 dólares. Sin embargo, tras conocerse la noticia, un aluvión de órdenes de compra catapultó su gráfica hasta marcar incluso un centavo más que la cota ofrecida por la filial de la constructora que preside Florentino Pérez. Un movimiento que los analistas ven como una maniobra del mercado para forzar un mayor desembolso por parte de la potencial compradora.
En este sentido, uno de los más reconocidos brókeres en la Bolsa de Sídney, Haitong Research, considera que la puja ofrecida por la filial oceánica de ACS “no es significativa”. Así, apunta que para hacerse con el control del 63,01% de Sedgman que aún escapa de su control, el desembolso máximo sería de 161 millones de dólares australianos, poco más de 100 millones de euros al cambio de divisas.
La última palabra sobre la generosidad o no de la cotizada española por el control de Sedgman la tiene el consejo de administración de esta última. Por el momento, aconseja a sus accionistas que no tomen ninguna decisión definitiva con respecto a las posiciones que mantengan en su capital a la espera de que los analistas de Citi, entidad que ha sido fichada como asesor externo, emitan su valoración sobre la propuesta.
A pesar de las maniobras de los inversores por conseguir una mayor lluvia de millones, el éxito de la estrategia no está asegurado. En este sentido, algunos gestores españoles recuerdan lo ocurrido en algunas OPA recientes en las que el precio de mercado ha llegado a superar el finalmente ofrecido en la operación de compra. No obstante, destacan que en este caso Cimic está determinado a poder ejercer el control efectivo sobre una compañía con elevadas expectativas de crecimiento en span class=’formatotexte_enlace’>un mercado al que apuntan con decisión las constructoras españolas.
En esta línea se pronuncian los que recuerdan casos como los de la adquisición de la low-cost Vueling, para cuyo término el holding hispano-británico IAG se vio obligado a mejorar su oferta. En contra de esta posibilidad, el que la antigua Leighton haya anunciado que a no ser que se presente una oferta competidora no tiene intención de incrementar el importe fijado en el talonario. Cimic y Sedgman remontan su trayectoria conjunta a más de una década, pues en el año 2001 la primera llegó a ostentar una participación del 50% en la segunda.
La compradora ha cerrado sesión en la Bolsa de Sídney con un avance del 3,4% hasta marcar los 23,25 dólares australianos por acción. En el último año, la compañía acumula una revalorización del 8%, si bien este nuevo ejercicio ha comenzado con corrección, acumulando un retroceso superior al 4%.