Michael Bloomberg y el presidente de Blackstone irrumpen en la campaña de primarias para hacer oír su opinión contraria al senador por Vermont Dos de las figuras más significativas del mundo de Wall Street han querido hacer oír su opinión en la última semana de la pre campaña para las primarias estadounidenses. Desde un lugar tan significativo como el Foro de Davos, en Suiza ha sido Stephen Schwarzman el que ha disparado la primera bala contra el candidato a las primarias demócratas, Bernie Sanders.
Schwarman, director general, co-fundador y presidente de Blackstone ha llegado tan lejos como a afirmar que una de las tres causas de la inestabilidad global en los mercados financieros, junto a los riesgos geopolíticos y la ralentización del crecimiento chino, la constituye el hecho de que Sanders se haya convertido en un candidato con posibilidades presidenciales.
Una afirmación que, como recuerda el blog Naked Capitalism, se encuentra en la línea de las que tiende a protagonizar este personaje. Así, cuando el presidente Obams lanzó la propuesta de acabar con el sistema de intereses creados que permite que los multimillonarios paguen un tipo impositivo menor que sus secretarias, Schwarman se descolgó declarando que esa iniciatiba era «como cuando Hitler invadió Polonia».
Blackstone, al que se denomina en ocasión ‘fondo buitre’ también ha estado de actualidad en los últimos años en España tras haber aprovechado la crisis financiera para la adquisición de vivienda protegida, después endurecer las condiciones y desahuciar a sus inquilinos. Este fue el caso de la ya famosa venta en bloque que la Empresa Municipal de la Vivienda y Suelo de Madrid (EMVS) realizó en 2013 bajo el gobierno municipal de Ana Botella.
Y tras Schwarzman otro personaje no menos conocido ha salido a la palestra. Se trata del ex alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg. En este caso, el también fundador de la conocidísima compañía de información financiera que lleva su mismo apellido, ha filtrado a los medios que su temor a Sanders incluso le estaría llevando a plantearse su entrada en la carrera presidencial.
En el fondo trasluce el aparente temor de los grandes popes de la industria financiera a que una posible victoria del senador por Vermont pudiese cuestionar el ‘status’ preeminente que aquellos mantienen sobre la economía. Unos temores probablemente más teóricos que reales, pero que en los próximos días veremos si vienen acompañados de nuevas declaraciones de primeras espadas de Wall Street.