Los dueños de Estrella Galicia llevan a los tribunales al FROB por su inversión en Novagalicia

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Los dueños de Estrella Galicia llevan a los tribunales al FROB por su inversión en Novagalicia

Cerveza Estrella Galicia

El pasado lunes, el director general del FROB, Antonio Carrascosa, descartó llegar a un acuerdo con los empresarios gallegos que invirtieron 70 millones de euros en Novagalicia. Novagalicia sigue dando quebraderos de cabeza al Fondo de Reestructuración Ordenada bancaria (FROB) pese a la venta de la entidad rescatada a Banesco por un importe de unos 1.000 millones de euros. Los empresarios gallegos a los que el entonces presidente José María Castellano convenció para invertir en el banco en 2011 irán a juicio para recuperar su dinero, perdido tras el rescate con fondos europeos.

Hijos de Rivera, la empresa fabricante de la popular cerveza Estrella Galicia, invirtió 4,5 millones en Novagalicia, y va a dar batalla para recuperarlos, según ha confirmado el consejero delegado, Ignacio Rivera, en unas declaraciones a La Opinión de A Coruña.

“Hemos reclamado para defender nuestros derechos y recuperar nuestro dinero y estamos a la expectativa”, ha señalado Rivera, que ha confirmado que la firma se enfrentará con el FROB en un juicio que se celebrará este mismo año.

De momento, está previsto que el 30 de abril se celebre la vista por la demanda de Manuel Añón, aunque es posible que las demandas se agrupen en un solo juicio. Añón fue el empresario que más capital invirtió, y perdió, en Novagalicia, un total de 25 millones de euros.

El pasado lunes, el director general del FROB, Antonio Carrascosa, descartó llegar a un acuerdo con estos empresarios gallegos y recordó que en la operación acordeón que se realizó en Novagalicia para dar entrada a las ayudas europeas no sólo perdieron dinero estos inversores, sino que el Estado perdió “6.500 millones de euros”.

En diciembre de 2011, gran parte del empresariado gallego invirtió en Novagalicia Banco a instancias del presidente de la entidad, José María Castellano, en lo que se suponía una primera fase de un plan que debería culminar con la entrada de grandes inversores internacionales, que nunca llegaron.

En concreto, los empresarios gallegos se sumaron al proyecto de Castellano con una inversión de 70,4 millones que les permitió hacerse con el 2,59% del capital de Novagalicia, que apenas dos meses antes había recibido del FROB 2.465 millones de euros, que se sumaban a los 1.162 millones otorgados para la fusión de Caixa Galicia y Caixanova.

Finalmente, el rescate con fondos europeos (Mede) de 5.425 millones de euros llevó al FROB a hacer una operación acordeón en Novagalicia, por lo que tanto el Estado como los empresarios gallegos perdieron todo lo invertido anteriormente.

En total, 17 empresarios se habían sumado al proyecto de Castellano, incluyendo los ya mencionados Hierros Añón e Hijos de J. Rivera. También Manuel Jove, que invirtió a través de su sociedad Inveravante, San José, Copasa, Coren, Gadisa, la firma lucense de transportes Azkar, los astilleros Rodman, la conservera de Boiro Jealsa Rianxeira, Climagal (calefacción y aire acondicionado), la sociedad coruñesa de informática e innovación Igalux Innova, Inversora Gallega de Cable y Egasa, la compañía propietaria de la mitad del Casino de A Toxa.

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